SILVA, GUSTAVO

Fotógrafo y documentalista. Conocido por su obra como fotógrafo retratista, la primera referencia a su trabajo como documentalista se encuentra en los datos que se tienen sobre su contratación, realizada por la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, para registrar en un cortometraje documental el Viaje a Manzanillo que realiza en diciembre de 1908 el dictador Díaz, quien inaugura la línea del ferrocarril Guadalajara-Colima-Manzanillo. El cortometraje es exhibido en enero del siguiente año. En este documento visual, siguiendo las pautas fílmicas desarrolladas por Enrique Rosas y Salvador Toscano, relata en forma cronológica y objetiva, a manera de reportaje, los acontecimientos de los que es testigo.

En el transcurso del mismo año, y también al servicio de la misma dependencia oficial, Gustavo Silva filma el Viaje de Justo Sierra a Palenque, que según información de la prensa mide 900 metros y dura cerca de una hora en pantalla. En éste capta, entre otras cosas, panoramas del río Usumacinta y bailes regionales. Después de otros trabajos realizados y exhibidos en el mes de abril de 1909 no se vuelve a saber nada de su trayectoria como documentalista.

De acuerdo al libro “Tríptico de sombras” de Carlos A. Córdova, el primer estudio fotográfico de Gustavo Silva se encontraba en la calle Soto, se muda al número 21 de la avenida Madero y después en 1928 al 105 de la avenida Juárez. Silva asume la imagen del artista bohemio y excéntrico. Era el retratista predilecto de escritores, pintores, bailarinas y toda clase de artistas indefinibles, también se le señala como el pionero en registrar sobre negativo a la “inteligencia capitalina, anticipando los trabajos de [Edward] Weston”, y “siguiendo las palabras de [Carlos] Monsiváis, las de Silva eran imágenes «primeras» y quizá por ello más intrigantes”.

No se sabe con certeza la causa de su muerte, se dice fue por envenenamiento por los químicos que usaba en el cuarto oscuro para revelar sus fotografías, otros mencionan que por tifoidea. En una esquela que aparece en “El Universal Ilustrado” el 10 de abril de 1930 se lee: «ha sido llorado por todos sus amigos y por todos los artistas mexicanos».

“La película en cuestión [Viaje a Manzanillo] tiene una longitud de más de 500 metros y reproduce los detalles más interesantes del viaje y del camino. Empieza con la salida del convoy presidencial de la estación de Buenavista en esta ciudad, y puede verse perfectamente el dirigible de El Buen Tono que dio escolta al tren en que viajaba el señor presidente. Se admiran los tramos más hermosos del camino en el trayecto a

Colima y la recepción que se hizo al tren presidencial en esa ciudad, en Manzanillo y en Guadalajara.

Es notable la precisión de todos los detalles más culminantes reproducidos por la película: el paseo por la bahía a bordo del ‘Ramón Corral’, la presentación del comandante del ‘Catinat’, la recepción en Colima, el desfile y la recepción en Guadalajara y los banquetes en Manzanillo; todo, todo puede verse con claridad y exactitud.

Sabemos que dentro de pocos días se hará la exposición de esta película cinematográfica ante el señor Presidente de la República en la residencia de nuestro primer magistrado, o bien en el hermoso salón de actos de la Escuela Nacional Preparatoria.”

(“¡El viaje del señor presidente a Manzanillo en cinematógrafo!”, nota periodística de enero de 1909, en Salón Rojo, Luis Reyes de la Maza, p. 58)