HERNÁNDEZ GÓMEZ, GUILLERMO

Periodista, actor, director y guionista de cine. Guillermo Hernández Gómez debuta como actor del cine silente con la cinta Caridad/Luis G. Peredo 1918. Su siguiente trabajo histriónico es en La banda del automóvil/Ernesto Vollrath 1919, donde inicia con el director una relación profesional, que se prolonga en las cintas Hasta después de la muerte/1920, Carmen/1921, En la hacienda/1921 y Amnesia/Dos almas en una/1922.

Extiende su vínculo con el cine a través de la publicidad, oficio que lo acerca a varias compañías productoras. Tras más de una década de trabajo en este campo, intenta suerte como argumentista para el director Ramón Pereda, aunque no logra concretar ninguno de los primeros proyectos.

En 1937 Guillermo Hernández Gómez codirige con Mario de Lara La Adelita, basado en un argumento propio que coadapta con Emilio Gómez Muriel y Ernesto Cortázar. La película es estelarizada por Pedro Armendáriz, Esther Fernández y Agustín Isunza. La cinta nos cuenta cómo incidentalmente, una jovencita llamada Adela pasa a formar parte de las filas de la División del Norte, tomando como suya la lucha revolucionaria. Sin pretender ser una versión histórica del personaje, la película inicia con la siguiente leyenda: “La versión que se ha realizado en esta película de la vida y hechos de la Adelita, la heroína del Norte, no pretende ser de autenticidad histórica. Es la interpretación bordada alrededor de su interesante figura, símbolo de la mujer mexicana hecha para la abnegación y el heroísmo”. El estreno de la cinta se da en el cine Palacio en abril de 1938.

En 1939, planea dirigir una versión cinematográfica de “El Periquillo Sarniento” para Producciones Calderón, proyecto que finalmente se suspende.

“El argumentista y su cómplice el director, no recuerdan que están proyectando, el primero, realizando el segundo, una acción cinematográfica, y se olvidan de los hechos, los incidentes de los personajes y se gozan en la exhibición de paisajes o los conciertos. (…) Luego, recuerdan que están haciendo una película cinematográfica y no un filme documental de geografía y música mexicanas, y retoman la acción siempre perezosamente. (…) Un tema como el que se desprende inevitablemente de la canción revolucionaria, merecía un argumento y un filme mejor.”

(Crítica cinematográfica, Xavier Villaurrutia, p. 250)