Publicado en el: Diccionario del Cine Español e Iberomaericano. España, Portugal y América. (2012)

(Coordinación México, Perla Ciuk)

Sinopsis: Es la historia de Mercedes, cabaretera que en el Salón México frenéticamente junta dinero a como dé lugar. Encuentra la oportunidad de su vida al bailar con Paco en concurso que él mismo arregla para ganarse 500 pesos. Mercedes es engañada: no recibirá ni un peso del premio. Ella le mendiga a Paco le dé algo. Él no sólo se niega sino que se gasta el dinero con otra prostituta. Aprovechando que Paco se duerme tras su calistenia amorosa, Mercedes entra al cuarto del hotel y roba el dinero. El policía del lugar, Lupe, se da cuenta de la situación. Sigue a Mercedes. Descubre que se finge gran señora porque va al internado de su hermana menor, Beatriz, quien la cree exitosa ejecutiva. Ante esto, Lupe nada dice sobre el robo. Más tarde, Mercedes confiesa todo y le pide la encarcele. Él se niega: está enamorado de ella. Más aún por descubrir cómo sacrifica su cuerpo para bienestar de su hermana. Paco lleva a fuerzas a Mercedes al hotel frente del Salón México. A golpes le quiere sacar el dinero, que ella ha entregado en la dirección de la escuela de Beatriz. Como Lupe los siguió, somete a Paco a puñetazos. Mercedes agradecida rechaza la declaración de amor que Lupe le hace cuando la vuelve a ver. A su vez, Beatriz conoce a Roberto, hijo de la directora de su escuela y miembro del Escuadrón 201, recién llegado a México tras concluir su misión bélica en Japón ese 1945. El flechazo entre Roberto y Beatriz es evidente. Mercedes los deja plantados el día que iba a conocer a Roberto. Fue culpa de Paco: tras asaltar el Sindicato de Metalúrgicos y matar al velador, se refugió en el cuarto de Mercedes. Lupe va en nombre de ella a disculparse. Un domingo después, Mercedes autoriza a Roberto ser novio de Beatriz. Todo va bien hasta que en época navideña Roberto visita el Salón México y Mercedes, por evitar el encuentro, es echada del lugar. El asunto empeora: Paco se ha fugado de prisión. La espera en su cuarto. Mercedes rehúsa irse con él. Paco amenaza con revelarles su vida a Beatriz y Roberto. Sin salida alguna, Mercedes, a cuchilladas mata a Paco, pero éste, agonizante, logra dispararle. En el forense, Lupe habla con Roberto. Queda de manifiesto que establecen un pacto para nunca revelarle a Beatriz la vida y muerte de su hermana. En su graduación, Beatriz, triste por lo que considera otro olvido de Mercedes, descubre que no está sola: la directora y Roberto la abrazan y felicitan cariñosamente: he encontrado al fin una familia.

A lo largo de su carrera, el Emilio “Indio” Fernández poco interés mostró por temas urbanos. Cuando lo hizo, logró destacadas obras, ya trágicas, como la presente y Víctimas del pecado/1950, ya una curiosa fuga hacia un amable medio tono de comedia en Reportaje/1953. Todas caras de un poliedro, la vida en el México de su tiempo.

Salón México, como muchas de las cintas más ambiciosas de Fernández, tiene tres momentos: el de Mercedes y su desesperada vida prostibularia, el de Beatriz y su peculiar angustia de estar sola, y el de Lupe como testigo de una tragedia, la propia, porque se le niega la posibilidad de ser feliz con Mercedes. El tono melodramático es exacto. Los apuntes socio-policiales están resueltos con enorme economía de medios (secuencias concisas, planos expresionistas de marcado contraste, personajes hechos de una pincelada), pero incluye ciertas audacias formales, como la escena en que Paco ingresa al hotel con la prostituta: de inmediato, Fernández corta directo hacia un largo baile afrocubano, que va de lo sensual a lo vulgar. O sea, el baile reemplaza al acto sexual y la forma en que Paco trata a las mujeres. La secuencia, resuelta en dos espacios, el salón de baile y el hotel, concluye cuando acaba el baile: Paco duerme; se le representa desde su animalidad física. Asimismo, lo policial tiene escenas notables: para no salirse del ambiente de Mercedes, la fuga de Paco queda implícita por su fotografía impresa en la plana de un periódico que envuelve a un indigente cuando ella camina por la calle hacia la vecindad donde vive.

Fernández confirma su maestría formal en este drama urbano que va más allá de las reglas que regían al género en su tiempo; convierte la estructura caída-redención en la historia íntima de una noche interminable (incluso el día es visto con luces cenitales y pronunciadas sombras en los personajes, confirmando la angustia existencial presente en todo el filme), que oscila entre la ternura y la solidaridad, entre la violencia sin sentido y la crueldad cruda, y entre la comprensión del sacrificio fraternal y el dolor de la renuncia amorosa. Una cumbre de la gran dramaturgia melodramática a la mexicana.

Ficha artística: Marga López (Mercedes): Miguel Inclán (Lupe); Rodolfo Acosta (Paco); Roberto Cañedo (Roberto); Mimí Derba (Directora de la escuela); Sylvia Derbez (Beatriz); Fanny Schiller (prefecta); Carlos Múzquiz (patrón); Estela Matute (prostituta); Luis Aceves Castañeda (ladrón); Humberto Rodríguez (velador).

Ficha técnica: Productora: CLASA Films Mundiales, México; Productor: Salvador Elizondo; Productor ejecutivo: Fernando Marcos; Guion y adaptación: Mauricio Magdaleno y Emilio Fernández; Fotografía: Gabriel Figueroa (en blanco y negro); Ayudantes de fotografía: Daniel López, Ignacio Romero, Pablo Ríos; Edición: Gloria Schoemann; Música: Antonio Díaz Conde; Números musicales: interpretados por Son Clave de Oro; Escenografía: Jesús Bracho.

Estudios y laboratorios: Estudios Churubusco; Duración: 90 minutos; Estreno: Cine Orfeón, Ciudad de México, 25 de febrero de 1949.

Premios: Premio Ariel (1950) de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas a la Mejor Actuación Femenina (Marga López); Festival Internacional de Cine de Bruselas, Bélgica, (1949) Mejor Fotografía (Gabriel Figueroa).