Cinefotógrafo, exhibidor, director y laboratorista. Su familia se instala en Guadalajara, donde estudia en el Liceo Fournier. A los nueve años compra una cámara fotográfica y a los quince establece un estudio fotográfico. Con el producto de la venta de este, adquiere en la Feria Mundial celebrada en Saint Louis, Missouri, en 1904, un proyector Edison y una dotación de cortos, con lo que se inicia como exhibidor en Guadalajara hasta 1912.
En 1905, Jorge Sthal funda, en sociedad con sus hermanos Carlos y Alfonso, la empresa exhibidora y alquiladora de películas Stahl Hermanos. En abril del mismo año inauguran en el Hotel Francés el Salón Verde, primer lugar tapatío exclusivo para la exhibición de películas. Ahí presenta sus primeros ejercicios con la cámara, unas vistas del Tercer regimiento frente a su cuartel y del Decimosexto batallón frente a sus cuarteles. En forma alterna, se presenta con el apoyo de sus hermanos en diversos teatros de Guadalajara y recorre con una carpa plazas del occidente, centro y norte de México como Tepic, Mazatlán, Hermosillo y Chihuahua. También funda la carpa París en 1907 y el Salón París en 1910.
Jorge Stahl filma diversos aspectos de la ciudad de Guadalajara, entre ellos Los patinadores/1906, donde el escenario es la avenida Juárez, entre las calles de Pavo y Escocia, y los protagonistas son jóvenes tapatíos amantes del patinaje; y ensaya una comedia de persecución, Ladrón de bicicletas/1906, trama que se desarrolla en varias calles por donde era seguido el «caco», con meta final en la presa del Agua Azul, hasta donde lo siguen los policías. Pero antes de dejarse aprehender y siguiendo veloz carrera montado en la bicicleta robada, se arroja en las aguas del lago, sepultando así el cuerpo del delito y reapareciendo en la orilla opuesta, donde ríe burlonamente de sus perseguidores. La cinta concluye con la captura del ladrón.
Tomas en las que Jorge Stahl no cuenta con el apoyo de las autoridades, quienes consideran a la cámara cinematográfica como un objeto de inseguridad pública, debido a la curiosidad que causa en la gente y las aglomeraciones que provoca para ver lo que ocurre, como es el caso de Ladrón de bicicletas, donde incluso el coronel España, jefe político de Guadalajara, persigue a los cineastas responsables del desorden, hasta Agua Azul.
En 1912 establece en la capital una casa alquiladora de películas, con sucursal en Guadalajara, que vende en 1920 al exhibidor Gonzalo Varela. Entre 1914 y 1916 combina sus negocios en México con participaciones en montajes dramáticos para la Sociedad de Aficionados del Arte (SADA), de Guadalajara. Funda con sus hermanos Carlos y Alfonso, Stahl Films, que en 1921 produce tres melodramas, El crimen del otro, Malditas sean las mujeres y La dama de las Camelias, con escenografía de Alfonso, Jorge en la cámara y bajo la dirección de Carlos Sthal, quien también realiza el documental La Linterna de Diógenes/1924, de propaganda callista, y Jorge dirige otro sobre el santón popular niño Fidencio/1928.
De igual forma, Jorge Stahl es camarógrafo de las cintas mudas Bolcheviquismo/Pedro J. Vázquez 1922, El secreto de la abuela/Cándida Beltrán Rendón 1928, La boda de Rosario/Gustavo Sáenz de Sicilia /1929 y Los hijos del destino/Luis Lezama 1929, entre otros. Su trabajo como laboratorista es indispensable en los primeros experimentos sonoros y, además de ser director de fotografía de numerosas cintas, funda los Estudios Cinematográficos México Films en 1932. Al cerrarlos en 1942, es contratado por los Estudios CLASA como gerente y laboratorista.
A partir de 1945, Jorge Stahl inicia la construcción de los Estudios San Ángel Inn que inaugura en 1951, en los que se filman alrededor de 300 películas, algunas verdaderos clásicos como El inocente/Rogelio A. González 1955, con Pedro Infante y Silvia Pinal, y Santo vs los Villanos del Ring/Alfredo B. Crevenna 1966. A finales de los setenta, estos estudios son adquiridos por Televisión Independiente de México y Canal 8. A partir de entonces Jorge Sthal se dedica al alquiler de equipo cinematográfico.
“Luego instalé un pequeño estudio [Stahl Films] en la calle de Arcos de Belén, frente a una prisión que existía en aquella época. En él se hicieron una docena de películas, que pasaron sin pena ni gloria.”
“En aquel momento, sobre todo refiriéndome a las películas silenciosas que hicimos, estábamos muy lejos de ser profesionales. Las cintas casi pasaron inadvertidas; nunca se ha hablado de ellas. Económicamente costaban poco; no obstante, había bastantes dificultades para realizarlas. Precisamente porque eran pobretonas. …De hecho, aunque podría decir que mi profesión fue la fotografía (pude haber ganado bastante y complicarme menos), cuando vi que no había gente que se dedicara a la cuestión de laboratorio, me interesé en ello, puesto que ya conocía algo de ese asunto. …A partir de entonces, únicamente participé en la parte técnica. Sí, yo lo hice por necesidad, porque no había laboratoristas. Si no, yo hubiera sido fotógrafo mil veces. Lo que sucedió fue que me reclamaban ahí en el cuarto obscuro: nadie se ocupaba de él.”
“En mis tiempos de fotógrafo, hice todo con muchas dificultades ya que no había equipo adecuado. Fotografié algunas películas buscando la santa economía ¿verdad? Debíamos usar reflectores de sol; estar buscando su reflejo para meterlo en distintas habitaciones. No existía luz artificial entonces, así que, para un fotógrafo era completamente desfavorable hacer una cinta.”
(Cuadernos de la Cineteca Nacional, “Jorge Stahl”, coord. Eugenia Meyer, No. 1, pp. 11-22)
Jorge Stahl es el mayor de cinco hermanos: Alfonso, Carlos, Eugenia y Armando. El padre, un inmigrante francés fabricante de sombreros, primero se muda con la familia a Tepic, Nayarit, y finalmente instala en Guadalajara su fábrica El Sombrero Colorado, en la calle de San Francisco 107. Contrae matrimonio cuatro veces, la primera en 1904; la cuarta en 1944. Del matrimonio con la señora Feist, su segunda esposa, tiene a Jorge Stahl Jr., también reconocido fotógrafo en la industria; de su tercera esposa, la señora Abasolo, nace Armando, quien también trabaja como fotógrafo y se especializa en efectos especiales.
El Salón Verde, un local que manda adaptar en el portal Morelos frente a la Catedral de Guadalajara, tiene capacidad para 400 sillas y pianola. El gobernador Miguel Ahumada, celoso por el buen éxito, le pide que lo cierre, así es como lo vende a la firma Jimeno Barrueco y Hermano. Jorge Stahl continúa presentándose en una carpa y alquilando los teatros Degollado, Principal y Apolo.
Como alquilador y exhibidor realiza por lo menos dos viajes a Europa, uno en 1906 para adquirir equipos Pathé y películas europeas para el Salón Verde, y otro en 1915 a Barcelona donde adquiere material italiano y francés ya traducido al español. Su alquiladora de películas capitalina acumula un catálogo con alrededor de siete mil rollos.
Los estudios de Stahl Films se asientan en Arcos de Belén 33, frente a la antigua cárcel de Belén. Imposibilitado para habilitarlos adecuadamente, los emplea para albergar una distribuidora y como taller de trabajos comerciales de fotografía, vistas fijas, documentales y títulos para películas norteamericanas. Sobre el intrigante caso del curandero y milagrero Niño Fidencio, se exhiben en 1928 dos documentales: Fidencio, con fotografía de Jorge Stahl y El campo del dolor de Eduardo Martorell.
Tras la fusión de Televisión Independiente de México con Telesistema Mexicano, los Estudios San Ángel Inn, creados por Jorge Stahl, son utilizados a partir de los años setenta por Televisa, como foros para grabar telenovelas y programas unitarios.
El DICCIONARIO DE DIRECTORES DEL CINE MEXICANO.COM es una plataforma digital no lucrativa, cuya finalidad es preservar la memoria de los que hicieron y hacen nuestro cine.
Todo apoyo contribuye a perfeccionar el trabajo de investigación y el mantenimiento y desarrollo tecnológico de esta página. ¡Gracias!