Documentalista. Después de estudiar en la Escuela Nacional de Medicina, trabaja como médico militar en el entonces territorio de Quintana Roo. Se incorpora al 3er batallón con sede en Chilpancingo, Guerrero, y salva la vida del futuro dictador Victoriano Huerta, cuando se subleva la 1ª Compañía de dicho batallón. Ya reincorporado a la vida civil, Aureliano Urrutia destaca como uno de los cirujanos más eminentes del país y en 1912 establece un acreditado sanatorio en Coyoacán.
Como profesor de la Escuela Nacional de Medicina realiza unas Vistas educativas de medicina que se exhiben en sus clases hacia 1909, también conocidas como Operaciones notables del Dr. Aureliano Urrutia. Estos trabajos filmados con una cámara Lumiere, lo presentan como uno de los pioneros del cine científico en nuestro país.
El presidente Porfirio Díaz encarga al fotógrafo alemán Guillermo Kahlo filmar cuatro de las operaciones de Aureliano Urrutia, las más notables de la época, para mostrarlas al mundo durante la celebración del Centenario de la Independencia en 1910, con la leyenda “Así se opera en México”.
Es probable que Urrutia estuviera al tanto de las producciones científicas que sobre su especialidad se producen en Europa y Estados Unidos, y que el material filmado no sea producto de una experiencia aislada, pero sí la única identificada hasta el momento. En febrero de 1912 se presenta en el Teatro Alcázar la Inauguración del sanatorio Urrutia con asistencia del licenciado Francisco León de la Barra, tomada por un camarógrafo sin identificar.
Es profesor por oposición de la cátedra de Cirugía en la Escuela Nacional de Medicina, y director de ésta durante el maderismo. Después del golpe de Estado contra el presidente Francisco I. Madero, el 13 de junio de 1913 forma parte del segundo gabinete de Huerta como Ministro de Gobernación. Tiempo en el que se siente obligado a acabar con los enemigos de Huerta: Adolfo Gurrión y años después Juan Sánchez Azcona, cercano a Francisco I. Madero. Se le atribuye haber ordenado a las Comisiones de Seguridad el asesinato del diputado yucateco de oposición Serapio Rendón y haber cortado la lengua al senador Belisario Domínguez (médico y político mexicano muy crítico del huertismo), cuyo cuerpo desangrado es encontrado en el panteón de Xoco, cerca del sanatorio de Coyoacán, propiedad de Urrutia. En septiembre renuncia al gabinete y se hace cargo de la dirección del Hospital General.
En mayo de 1914, ante la inminente caída del huertismo, se exilia por el resto de su vida en San Antonio, Texas, Estados Unidos. El 24 de noviembre de 1946, el doctor Aureliano Urrutia participa en la Ciudad de México en la VII Conferencia Nacional de Cirujanos en la que sustenta una conferencia ilustrada con tres películas a colores, que mostraban escenas de intervenciones quirúrgicas realizadas en su exilio, lo que impacta a los presentes que lo interrumpen varias ocasiones con aplausos.
Invitado por algunos de sus exalumnos de la Escuela Nacional de Medicina, participa en la VIII Asamblea Nacional de Cirujanos en septiembre de 1948 en el Hospital Juárez, nuevamente en la Ciudad de México, con la conferencia “La cirugía, como el movimiento, debe enseñarse andando” apoyado con dos películas.
Muere a los 103 años de edad.
“Así, el público de todo el país podía echar un vistazo a ese mundo sencillo y corriente de todos los días que captaban las pesadas cámaras de Rosas, Aguilar, Juan Vasallo y los hermanos Salvador, Guillermo y Eduardo Alva. Y no únicamente ellos, sino hasta gente aparentemente ajena al oficio como el cirujano Aureliano Urrutia, que combinaba su saber científico con el sentido común del cine para presentar en crudas imágenes ‘algunas de las operaciones más notables por él practicadas últimamente’. Estas películas las presenciaría horrorizado el mismo licenciado Justo Sierra en el Cine Academia Metropolitana…”
(Crónica del Cine Mudo Mexicano, Gabriel Ramírez, p. 29)#¨*
Hijo de los indígenas Pedro Urrutia Linares y Refugio Sandoval, quien muere en el parto. Aureliano Urrutia nace en el barrio de La Concepción, en Xochimilco, donde cursa sus primeros estudios. Ingresa a la Escuela Nacional Preparatoria mientras trabaja en el horno de pan de su familia. En la Escuela Nacional de Medicina se recibe como Médico Cirujano en 1890 con la tesis “La Conservación de los Cadáveres y de las Piezas Anatómicas”, considerado el mejor alumno de su generación, llegando a ser una eminencia médica de prestigio internacional.
Da cátedra de cirugía en la Escuela Nacional de Medicina y es nombrado director de esa escuela y del Hospital General por Francisco I. Madero, a quien traicionaría más tarde.
El doctor Urrutia se especializa en oftalmología, y hacia fines de 1912 atiende a su compadre, Victoriano Huerta, de sus problemas de la vista. Otra de las intervenciones del médico con su compadre, es cuando encuentran a Huerta sin pulso, tirado afuera de una cantina; ya en el hospital le practica respiración artificial, le abre el tórax, remueve costillas, diafragma, hígado y pulmón, salvándole la vida. También le salva la vida al torero Rodolfo Gaona en 1908 y es el primer cirujano en el mundo en separar a unas siamesas en 1917, noticia que le da la vuelta al mundo. Al frente de la Secretaría de Gobernación, elabora una iniciativa para establecer el descanso dominical y aplica diversas mejoras en el ramo de salubridad pública. Se dice que Aureliano Urrutia recibe un paquete en su casa de Coyoacán, y al abrirlo se encuentra con el cadáver de su pequeña hija de siete años de edad, con el letrero de “ojo por ojo, diente por diente”.
Regresa a México en 1929 gracias al carácter conciliador del presidente Emilio Portes Gil, pero al ser amenazado por la familia de Serapio Rendón, retorna a Texas donde continúa su vida y funda el hospital “Miraflores”, cuya arquitectura, escultura, artesanía y plantas forman un paisaje cultural que reflejan el amor y la memoria de Aureliano Urrutia por su tierra natal, Xochimilco. Hace nuevos intentos por volver a México, sin tener éxito.
Años después, es exonerado por los familiares de Belisario Domínguez, no así por los familiares de Serapio Rendón, quienes pedían su encarcelamiento cada vez que intentaba volver a México, incluso durante su estancia en la Ciudad de México en 1956 para inaugurar una escuela de artes en Xochimilco recibió una llamada telefónica en el hotel donde se hospedaba: “si se apersona en Xochimilco, lo matamos”, por lo que de inmediato abandonó para siempre el país.
Graciela Muñoz Peza, nieta del poeta Juan de Dios Peza y esposa del doctor Aureliano Urrutia, actúa en Profanación/Chano Urueta 1933, su única experiencia cinematográfica. El escritor Bonifacio Contreras Tirado es el autor del libro “El Doctor Aureliano Urrutia. Un renacentista mexicano, Ciencia y Política en el Porfiriato”/2003.
El escritor Bonifacio Contreras habla del doctor Aureliano Urrutia
Aureliano Urrutia, eminencia y asesino
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