Director, documentalista, arqueólogo, dibujante y escritor. Estudia en el Instituto Literario de Mérida y cursa estudios superiores en Estados Unidos. Ejerce el periodismo de 1907 a 1913. En sociedad con Carlos Martínez de Arredondo, funda la empresa yucateca Cirmar Films; Manuel Cirerol como director artístico y Martínez como camarógrafo. Sus primeras obras son los cortometrajes de contenido social e indigenista La voz de su raza/1914, protagonizada por Santiago y Elodia Calderín y Tiempos mayas/1915, rodada en exteriores de la hacienda Opichén propiedad de la familia de Martínez de Arredondo; escritas por Manuel Cirerol, filmadas con una cámara Ensing con tres y dos rollos respectivamente.
Filma numerosos aspectos relacionados con la Revolución en la península yucateca: Escenas del campamento del general Lino Muñoz/1914, El hundimiento del cañonero carrancista Progreso a manos de las tropas del coronel Ortiz Argumedo, del 28 de febrero de 1915, y Entrada de las fuerzas constitucionalistas a Mérida, del 19 de marzo de 1915, fuerzas al mando del general Carrera Torres. Ese mismo año, por instrucciones del general Salvador Alvarado, filma el documental El henequén de Yucatán. Pioneros del cine etnográfico, filman Las Ruinas de Uxmal/1915.
En 1916, Manuel Cirerol dirige el primer largometraje de argumento hecho en México, 1810/¡Los libertadores!, una alegoría cívico patriótica, con un costo de 50 mil pesos, se filma con una cámara Erbograph en las haciendas de Opichén y de Tixcacal, donde se construyen varios sets, el general Salvador Alvarado facilita 400 efectivos del Batallón Jesús Carranza con su dotación de oficiales y asiste a su estreno el jueves 27 de julio de 1916 en el Teatro Peón Contreras, donde una orquesta ejecuta la partitura especial del maestro Fausto Pinela. Después de su estreno en Mérida, se exhibe en México la noche del 15 de septiembre de 1916 en el Teatro Hidalgo, acompañada de sonidos incidentales y de una banda de guerra en vivo que, a las 11 de la noche, interpreta el Himno Nacional sincronizada con el Grito de Dolores que se presenta en la cinta.
Le sigue El amor que triunfa/1917, largometraje de diez rollos inspirada en la zarzuela “El amor que huye”, de Julio Pardo (letra) y Torregrosa (música), basada a su vez en “La dicha ajena”, de los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero; y en la que actúan la tiple cómica María Caballé, el actor cómico Romualdo Tirado y miembros de la compañía de opereta y zarzuela que actuaban en el Teatro Principal. La cinta se exhibe en el teatro Peón Contreras. Manuel Cirerol actúa después en la inconclusa El Charro Negro/Carlos Martínez de Arredondo 1917.
La firma con Carlos Martínez de Arredondo es disuelta y Manuel Cirerol colabora con Santos Badía en filmaciones documentales como Las jornadas agrarias, las visitas de Obregón en 1920 y de Calles en 1921 y Las campañas gubernamentales del doctor Álvaro de la Torre Díaz, al servicio de Felipe Carrillo Puerto y del Partido Socialista del Sureste. En 1920 dirige el cortometraje Nidelvia y produce zarzuelas y revistas musicales para Héctor Herrera.
Entre 1922 y 1934, Manuel Cirerol es miembro del Ayuntamiento, de la Tesorería estatal y diputado local.
Tras el rodaje de Carnaval de 1925/1925, se dedica a la arqueología laborando en el INAH, para el que filma un documental de propaganda turística sobre Uxmal en 1937, y su Descubrimiento del Señor de la Cámara Norte/1940 en el castillo de Chichén Itzá. Es también pintor, dibujante y autor de ensayos sobre historia y arqueología. Como dibujante crea lo que él llama “taquisemblantes”, que oscilan entre el retrato y la caricatura, es decir, una imagen psicológica del sujeto en rápido y sintético trazo de sus facciones.
Manuel Cirerol dona su biblioteca de arqueología a la Universidad de Yucatán. Sus restos descansan en el Hemiciclo erigido en honor a Felipe Carrillo Puerto. Entre sus obras se encuentran “Yo no asesiné a Carrillo Puerto”, “El problema henequenero en Yucatán”, “El castillo: misterioso templo piramidal maya de Chichén Itzá”, “La casa del coronel Pablo Antonio González”, “El arte pictórico de los antiguos mayas” y “Nuestra linda Mérida”.
“Antes de ayer, ante un reducido grupo de periodistas y de artistas, se presentó por primera vez en esta metrópoli la película nacional El amor que triunfa. Esta cinta fue tomada en Yucatán por la Cirmar Films, bajo la dirección artística de don Manuel Cirerol. En cuanto a la labor del director de escena, es digna de alabanza, casi todos los actores que toman parte en la cinta, trabajan en el teatro. Y sabemos cuan difícil resulta la adaptación a escena muda de los que están acostumbrados a la escena hablada. Pues bien, el señor Cirerol consiguió que Tirado, actor cómico un tanto exagerado en el teatro, resultara un buen actor cómico en el cine. Logró que la señora Caballé interpretara con muy buen acierto el papel que le fue encomendado, no puede pedírsele más. Felicitémoslos de que el arte cinematográfico nacional sea capaz actualmente de grabar cintas de la calidad de El amor que triunfa.”
(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Excélsior, “Escenarios y Pantallas”, 17/06/1917, p. 3)
Nieto del exgobernador yucateco Manuel Cirerol y Canto, propietario de la Quinta Lira en la capital, ahora Parque Lira. En casa de su abuelo se celebran agradables sesiones de juegos ópticos con la cámara oscura. Manuel Cirerol encarna al cacique Flecha que Mata en Tiempos mayas/1915, cuya efigie el gobernador de Yucatán, Salvador Alvarado, manda imprimir en un billete de la Tesorería del Estado. Para el título del cortometraje Nidelvia/1920, Manuel Cirerol combina los nombres de sus hijas gemelas Nidia y Elvia. Sus publicaciones sobre arqueología maya son las más completas y detalladas de su época; rescata valiosas reliquias arquitectónicas, entre ellas, el actual pórtico del ayuntamiento de Mérida, el escudo original de la catedral de Mérida y otras, como la biografía pétrea del coronel Pablo Antonio González.
Sobre “El amor que triunfa”
De cómo se hizo cine en Yucatán. Por Luis Ramírez Aznar en Yucatán Enel cine y el cine en Yucatán. Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán
https://www.revistauniversitaria.uady.mx/pdf/236/ru23611.pdf
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