ZUBIAUR, BASILIO

Director. La primera incursión conocida de Basilio Zubiaur en la dirección de cine ocurre alrededor de 1925 en Los compañeros del silencio, película que fotografía y en la que escribe el argumento inspirado en acontecimientos reales; cuenta las aventuras de unos malhechores encapuchados, muy de acuerdo con la tradición de las series norteamericanas. La cinta, con Adela Sequeyro y Carlos Reyes del Callejo, no se estrena por defectos en la fotografía. En 1926, Zubiaur inicia la dirección de El Cristo de oro/1926, cuyo rodaje debe concluir Manuel R. Ojeda, quien también adapta el enredado argumento de Basilio Zubiaur sobre datos históricos del cronista Luis González Obregón. Es un filme de capa y espada ambientado en el México del siglo XVII, con la debutante y aspirante a estrella Otilia Zambrano, Roberto Rocha y Luis Márquez.

“A mi regreso [de filmar en San Luis Potosí No matarás], no hubo escarmiento que me hiciese desistir del cine. Comencé con el ‘Güero’ Zubiaur otra película que se intitulaba Los compañeros del silencio, argumento en donde un grupo de malhechores con capuchas hacía una serie de combinaciones delictuosas, entre ellas, robarme del seno de mi familia… Después, los encapuchados me acomodaron en un avioncito destartalado, sobre cinco cojines para que mi cuerpo quedara suficientemente visible a la fotografía…

Al día siguiente nos presentamos en Aviación, pero un aviador de alto grado… nos regañó… y nos mandó con viento fresco a hacer ‘peliculitas’ a otra parte. Un poco acongojados por la actitud del jefe aviador, y molestos con el ‘Güero’ por no haber sabido aprovechar lo que se pudo haber filmado, de no dejar caer la manivela de la cámara, nos fuimos al Paseo de la Reforma, abordamos dos coches y tomamos unas escenas escalofriantes… ¿Inconsciencia? ¿Demasiado amor por el arte de la pantalla? ¿Espíritu aguerrido y aventurero? No sabría decirlo, pero lo que nos hizo llorar de decepción es que, por mala fotografía, la película no fue admitida por el distribuidor y se quedó enlatada como una solterona.”

(Cinema Reporter, “Historia del cine mexicano. Testimonio de Adela Sequeyro”, José María Sánchez García, No. 855, 08/12/1954, p. 34, en Archivo de Esperanza Vázquez Bernal y Federico Dávalos Orozco)