VALLEJO RENDÓN, FERNANDO

Escritor, director, guionista. Tras graduarse de bachiller en 1959 en Medellín, Fernando Vallejo estudia en Bogotá Filosofía y Letras en la Universidad Nacional y de los Andes, carrera que abandona después de un año, para ingresar a la carrera de Biología en la Universidad Javeriana. Biólogo graduado, su inclinación por el cine lo lleva a Roma, Italia, al Centro Sperimentale di Cinematografia (1965), en el que sólo permanece ese año. Regresa a Colombia y ante la imposibilidad de hacer cine en su país debido a la fuerte censura, llega a México en 1971. Su primer acercamiento al séptimo arte es como asistente de dirección en: El juego de la guitarra/José María Fernández Unsaín 1971.

Bajo un guion propio debuta como director de un largometraje con: Crónica roja/1978, basada en hechos verídicos, retrato del hampa en Bogotá, Colombia, en los años cincuenta. Una apología al delito, la del final de los dos hermanos Barragán, unos muchachitos a los que la policía masacró en un barrio del sur de Bogotá. La trama: Un joven ladrón, Manuel (Gerardo Vigil), asesina en la cárcel a sus celadores y huye, situación que afectará a toda su familia. Regresa y escapa de la prisión varias veces, y, hecho ya un famoso delincuente muere acribillado por la policía. La cinta cuenta con un multi reparto que encabezan: Mario Saavedra, Carlos Cardán, Leonor Llausás, Víctor Alcocer, Juan José Martínez Casado y Roberto Cañedo. La cinta es una producción de Conacite Dos, filmada en los Estudios América, Veracruz (Jalapa y la Laguna de Zempoala), tren de Cuernavaca y la colonia Santa María la Ribera en la Ciudad de México. Trabajo por el que Fernando Vallejo se lleva el premio Ariel a Mejor Ópera Prima en 1979 y la Diosa de Plata en la misma categoría en 1980.

Su segunda película es En la tormenta/1980, historia de su autoría, en la que también es responsable de la ambientación. Otra masacre sobre la guerra no declarada entre conservadores y liberales en el campo de Colombia en los años cincuenta, conocida como: La Violencia. Trama que gira en torno al viaje de un autobús por carretera, las conversaciones de los pasajeros, algunos liberales y otros conservadores; secuencias que intercala con los desastrosos recuerdos de Pedro, un joven liberal, víctima de las atrocidades cometidas por los conservadores en el caserío que habitaba. Finalmente Pedro (Gerardo Vigil) aunado al grupo de Jacinto (Carlos Cardán), participa en la detención del autobús y se convierte en un asesino que lleva a cabo los mismos actos sanguinarios que él sufrió tiempo atrás. Igual que su primer filme, incluye aquí un extenso elenco en el que participan: Carlos Riquelme, Carmen Montejo, Roberto Cañedo, Dacia González, Gina Morett, Fernando Balzaretti y Arturo Benavides, entre otros. Una producción de Conacine, filmada en los Estudios América, la Ciudad de México, el Ajusco, el estado de Veracruz (Tlacotalpan, Mandinga y Alvarado), que le merece el Ariel a Mejor Ambientación (1980).

Continúa con su tercer largometraje Barrio de campeones/1981, guion que escribe con Kado Kostzer. Una película con tintes neorrealistas cercana a Rocco y sus hermanos, del director italiano Luchino Visconti. Fernando Vallejo aborda a través de varios personajes, la vida en el barrio bravo de Tepito en la Ciudad de México, semillero de boxeadores. Mujeres e hijos abandonados, madres que luchan por salir adelante atendiendo puestos de comida en el mercado; muchachas con deseos de superarse, estudian para secretaria buscando traspasar su hábitat y el destino que este les depara; jóvenes boxeadores como “El carita”, un abanico de sueños e ilusiones casi siempre truncados por la maldad y la mala suerte. Protagonizan la cinta: Katy Jurado, Carlos Riquelme, Norma Lazareno, Wally Barrón, Lourdes Salinas, Enrique Macín, Dolores Camarillo “Fraustita” y Gerardo Vigil, acompañados de un largo listado de actores. Filmada en Tepito, Chapultepec, baños y gimnasio “La Providencia”, La Merced, San Ángel, la Arena Coliseo y los Estudios América.

En Colombia la censura prohíbe la exhibición de sus dos primeras cintas, motivo por el cual se desliga por completo del cine y se dedica a la literatura y a la biología. Entre 1984 y 1993 publica una serie de cinco novelas autobiográficas, titulada: “El río del tiempo” y en 1994 la novela “La virgen de los Sicarios”, traducida a varios idiomas y que, como excepción, Fernando Vallejo adapta al cine para el director norteamericano, Barbet Schroeder. La virgen de los sicarios/2000 presenta como protagonista al homónimo Fernando Vallejo (Germán Jaramillo), un viejo escritor que regresa a su natal Medellín después de 30 años de ausencia. Allí vive una historia amorosa con uno de los “sicarios”, Alexis (Anderson Ballesteros), un jovenzuelo que comparte su tiempo entre la prostitución, el pistolerismo y la devoción a la Virgen.

En 2003, participa en el documental La desazón suprema: retrato incesante de Fernando Vallejo/Luis Ospina, en el que Fernando Vallejo habla de su vida, obra literaria y el cine. Obtiene la nacionalidad mexicana en 2007, y en 2011 la Feria Internacional del Libro de Guadalajara le otorga el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances. Tras una turbulenta crisis emocional, que se desata a raíz del temblor de 2017, situación que lo vuelve peligrosamente agresivo, vuelve a Colombia, el 14 de abril del 2018, con apenas cuatro maletas, dos grandes y dos pequeñas.

¿Qué experiencias le ha dejado la dirección cinematográfica?

FV.- Frustraciones. En el cine que conocí en Italia había un gran profesionalismo y una gran pasión de todos los que lo hacían: de los camarógrafos, de los escenógrafos, de los utileros, de los gerentes de producción. Vine a dar a México, donde había una industria cinematográfica, a tratar de hacer lo que no se podía en mi país. Pues aquí me tocaron los últimos suspiros del cine mexicano, cuando el Estado lo había tomado en sus manos. Mis tres películas las filmé con un circo enorme de inútiles que me imponían los sindicatos cinematográficos, que no tenían ningún amor ni respeto por su trabajo y que me hicieron la vida imposible. Me harté de tanta gentuza y me dediqué a la literatura y pasé entonces a tratar con otros de la misma calaña: los editores vinimos a este mundo a sufrir.

(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, María de Lourdes Ramírez Ugalde, 24/04/2000)