GÓMEZ RUL, FRANCISCO (nombre verdadero, Francisco Cebrián de la Tovilla y Pérez Gálvez)

Fotógrafo, documentalista. Apasionado de la historia y tradiciones yucatecas, Francisco Gómez Rul llega a Mérida procedente de España para reclamar los títulos de propiedad de unas minas heredadas por un virrey de la Nueva España de apellido Gálvez, pero ya en México el gobierno no se las otorga; se queda a vivir en Mérida donde se casa con doña Belisa Castillo Rivas el 25 de marzo de 1899.

Su trabajo como fotógrafo se concentra en las zonas arqueológicas, especialmente la de Uxmal, y en festividades como el Carnaval de Mérida. Francisco Gómez Rul es iniciador de la fotografía arqueológica en Yucatán. En 1906 filma en Cuba un corto documental titulado El tabaco. Entre 1913 y 1914 utiliza pequeñas cámaras europeas Ika y Bolex para hacer tomas de los paisajes yucatecos.

Aficionado al cine, en febrero de 1920 es invitado a participar como jurado en un concurso cinematográfico promovido por los distribuidores yucatecos Roque Castillo y Arturo Moguel, de las empresas Centro Cinematográfico e Imperial, respectivamente. Entre los colegas de Francisco Gómez Rul en el certamen están: Juan B. Arrigunaga, Liborio Marín Carrillo, José Zapata Martínez, Pedro Guerra y Lorenzo López Evía. La medalla de oro para la película ganadora la paga el distribuidor perdedor.

El llamado hijo adoptivo de Mérida publica dos libros en 1923 que pueden considerarse las primeras guías de los sitios arqueológicos en Yucatán: “Los llamados chacmooles encontrados en Yucatán” y “Uxmal”.

En su estudio fotográfico llamado “The Two Republics” documenta la historia, arqueología y tradiciones de Yucatán. Las fotografías tomadas por Francisco Gómez Rul forman parte del libro “El Yucatán Ilustrado”/1923, del estadounidense John Reginald Soutworth, quien publica por encargo del gobierno de Porfirio Díaz, varios tomos con la historia de diferentes estados del país. En el libro sobre Yucatán, incluye tomas hechas por Gómez Rul en Uxmal entre 1901 y 1905, como el Castillo en Chichén Itzá cuando aun no era restaurado, el interior del Museo Yucateco de Mérida y del Carnaval de esta ciudad en 1905.

Es maestro fundador del Ateneo Peninsular, la Escuela de Bellas Artes de Yucatán y de la Sociedad Teosófica de Yucatán. Al morir, Francisco Gómez Rul es el primer cadáver incinerado en Yucatán, de acuerdo a su voluntad. Debido a que la entonces Cámara Legislativa del Estado no autorizó la solicitud de Gómez Rul y otras personas para instalar un horno crematorio en Yucatán, es cremado en una pira, en el Cementerio General de Mérida, como parte de la Teosofía que practicaba, al estilo de los primitivos cristianos griegos.