Actor, productor, guionista y director. En su juventud se aficiona al básquetbol, deporte que practica durante un año en Río de Janeiro; sin embargo, después se inclina por el cine. Durante su estancia en Brasil conoce al director argentino Antonio Ber Ciani, quien lo introduce al mundo de la cinematografía. Regresa a Argentina y estudia Arte Escénico durante dos años en el Conservatorio Nacional de Buenos Aires. Su primera aparición como actor es en Ambición/Adelqui Millar 1939, en la que sólo tuvo un papel de extra.
En 1948 funda su propia productora cinematográfica llamada Sociedad Independiente Filmadora Argentina, que lanza al mercado el clásico argentino Pelota de trapo/Leopoldo Torres Ríos, filme en el que es productor y actor, y que obtiene reconocimiento a nivel internacional por reflejar la marginación social en Argentina. Debuta como director con Adiós muchachos/1954. Ya con su propia productora, decide hacer El trueno entre las hojas/1957, adaptación de un cuento del escritor Augusto Roa Bastos, y contrata a la Miss Argentina 1955, Hilda Isabel Gorrindo Sarli, mejor conocida como Isabel Sarli, para convertirla en la sex symbol del cine argentino, ya que es la primera mujer de ese país en atreverse a hacer desnudos en la pantalla grande.
El realizador se caracteriza por explotar, primero a nivel nacional y luego internacional, el género erótico a pesar de ser siempre la causa de malas críticas y mucha censura en sus realizaciones. Su trabajo fue de factura rápida, económica y con guiones escritos sobre la marcha; trabaja en países como Paraguay, Uruguay, Brasil, Sudáfrica y algunos de Europa.
En México realiza La diosa impura/1963, en la que colabora en el guion con Alfredo Ruanova. Desde el inicio del rodaje hubo problemas, Víctor Junco entró en el lugar de Pedro Armendáriz, ya que poco antes de que comenzara la filmación, muere el actor. Para Armando Bó, realizar esta cinta en México fue una de las más grandes lecciones de su vida, pues decide filmar como siente. En la exhibición de la película se suprimen cuatro minutos que debieron contener desnudos de Isabel Sarli. El mayor obstáculo en su carrera fueron las autoridades, su lucha no fue contra el público, sino contra la burocracia instalada en el Instituto de Cine o la censura en turno. Su filmografía incluye 30 películas como director, 27 como guionista, 43 como productor y 53 como actor.
¿Por qué siguió trabajando siempre con esos temas de sus películas, que tienen tantos problemas con la censura? ¿Es que el sexo le brinda muchos beneficios?
AB.- “No, querido. La onda mundial viene para ese lado y yo no soy un estúpido que va a ir contra el viento. Yo voy a favor del viento. Y ese viento, ya viene llegando a la Argentina. Cortadas y todo, son todas películas de sexo y esos problemas.”
¿Qué sería para usted una película pornográfica?
AB.- “¡Ah, señorita, yo he visto tantas películas pornográficas! Yo viajo mucho. Acá no llegaron ni las azules, todavía. Cuando llegue a las pornográficas… Mire, no va a pasar mucho tiempo. El día que lleguen, las van a ver. Irá el público al principio, después se aburren y no va más nadie. Llaman la atención -al principio- algunas escenas eróticas, demasiado realistas, pero después no va más nadie. Ese es el problema.”
(Los films de Armando Bó con Isabel Sarli; Jorge Abel Martín, 1981, pp. 101-107)
No concluye sus estudios cinematográficos por considerar que en las academias y universidades no enseñan cine, porque “el que no siente nada, por más que aprenda, siempre será un maravilloso teórico pero un pésimo realizador”. Considera que su aprendizaje lo obtuvo del cineasta Leopoldo Torres Ríos, predecesor del neorrealismo italiano.
En la primera escena de La diosa Impura/1963 en la que Julio Alemán tiene que besar a Isabel Sarli, ella, molesta, le da una cachetada a Alemán por haberla mordido, a partir de entonces comienza la guerra entre ambos y terminan la película sin ir más allá de lo establecido en el contrato. El proyecto se lleva a cabo por medio de Gregorio Walerstein, quien pretendía que Isabel Sarli se quedara en el país para convertirla en otra María Félix.
Para el realizador, el cine se hace con sacrificio y hay que hacerlo con pasión. Considera que sin Isabel Sarli hubiera tenido otro destino como realizador. Produce Días de odio/Leopoldo Torre Nilsson, adaptación del cuento “Emma Zunz”, de Jorge Luis Borges; busca al escritor y lo contrata, pero no le puede pagar y se enfrascan en un juicio, finalmente Borges gana y Bó liquida poco a poco su deuda con intereses.
Armando Bó en entrevista con Jorge Jacobson
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