Director, productor y guionista. Estudia Cine en la Universidad de la Sorbona en París (1982-1985), periodo en el que realiza los cortometrajes Cumpleaños feliz/1980, que obtiene en 1985 el premio a Mejor Fotografía en el Festival de Cine en Mont Brisson, Francia, año en que Antesala/Antecámara/1982, recibe el premio a Mejor Cortometraje en el Festival de Cine en Huy, Bélgica, ciclo que cierra con La muerte de la sirena/1985.
En 1987, Rodrigo Ortúzar regresa a Santiago de Chile, donde se desempeña como asistente de dirección, sonidista y productor en la realización de comerciales para la empresa Bustamante Producciones. Dirige el mediometraje Sueño de ayer/1987, adquirido por el MOMA, ubicado en la biblioteca del museo, en un compilado de películas chilenas llamado “El exilio interno”. Continúa con el cortometraje Santo escorpión/1993, historia de amor entre un sacerdote y una mujer, trabajo que es censurado en el Festival de Cine de Viña del Mar, debido a las escenas en que el sacerdote aparece desnudo. Decepcionado cierra su productora, se aleja del cine y continúa en el área de los comerciales. En 1994 funda el periódico cultural “La Nueva República”, y organiza un encuentro cultural Chile-México en el Museo Rufino Tamayo.
En 2003 retoma el material de Santo escorpión y filma una segunda versión, que da como resultado el cortometraje Dios te salve María/2003, en el que parte de la misma historia, pero con un enfoque más artístico y menos controversial. Rodrigo Ortúzar funda Jazz Films, productora de su primer largometraje Mujeres infieles/2005, historia que va en busca de los motivos por los que la mujer chilena es infiel, con una dura crítica en cuanto a la interacción masculina ante este hecho, cinta que obtiene el séptimo lugar en la taquilla chilena y que se estrena en España con 90 copias. El filme obtiene el Premio del Público en el Festival Latino de Los Angeles (2005) y el premio a Mejor Película Latinoamericana en el Fest CEAL, Bruselas (2006).
Jazz Films coproduce con Cacerola Films y Panamax Films, su segundo largometraje Todo incluido(All Inclusive)/2007, una producción Chile-México-Estados Unidos. Guion escrito por Julio Rojas y Paola del Fierro, que aborda los problemas de comunicación en una familia chileno-mexicana, cuyos integrantes se confrontan durante sus vacaciones familiares en Xcaret, en la Riviera Maya, al tener que permanecer encerrados durante cinco días, a raíz de un huracán real y también metafórico. Gonzalo (Jesús Ochoa) un arquitecto que se siente frustrado por no haber realizado el proyecto de su vida, y a la vez tiene que enfrentar serias diferencias con su esposa y el dejo de sus tres hijos, quienes viven ensimismados en su mundo, descubre que tiene una enfermedad terminal y no sabe cómo decírselo a su familia, al tiempo que se enamora ahí, de la jacarandosa cubanita Usnavy (Maya Zapata); Carmen (Valentina Vargas) está harta de los silencios de su marido; Macarena (Ana Serradilla) se acaba de separar de su esposo, lesbiana de closet que va de viaje con sus padres; Camila (Martha Higareda) es la hija dark que no soporta las reuniones familiares; Andrés (Jesús Zavala), el adolescente cuya vida gira alrededor del internet.
Se aúnan al reparto: Leonor Varela, Jaime Camil, Mónica Cruz y Edgar Vivar. La película participa en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (2008), en la sección de Largometraje Mexicano de Ficción; Martha Higareda gana el premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cine de Málaga, España (2009). Distribuida por Universal Pictures, llega a 250 salas mexicanas el 10 de julio de 2009, y en octubre del mismo año se estrena en las pantallas chilenas.
A partir del 2016 trabaja en el proyecto de El príncipe rojo, primera película latinoamericana hecha en coproducción Chile-China. Basada en hechos reales, historia que aborda la Guerra del Pacífico (1879-1883), trama que centra su atención en el almirante Patricio Lynch Solo de Zaldívar, quien encabeza en 1880 una expedición a Perú para liberar a un grupo de chinos culíes que estaban en calidad de esclavos y que posteriormente se unen a los chilenos en la Campaña de Lima. Rodrigo Ortúzar es descendiente de Lynch. La cinta, con un presupuesto de 15 millones de dólares, continúa en preproducción.
Rodrigo Ortúzar funda en 2017 Cinemóvil, recorriendo su país en un esfuerzo por descentralizar la oferta cinematográfica, haciéndola llegar a comunidades que, por razones geográficas o económicas, no tienen acceso a esta.
Sobre Todo incluido (All Inclusive):
RO.- Yo quise hacer una película que manejara los problemas de comunicación en una familia, en donde hay un padre “trabajólico”, una madre un poquito abnegada, una hija que está en búsqueda de su identidad sexual, otra que es más rebelde y un hijo conectado al Internet. Pero también quise hacer una película positiva; he estado viendo películas mexicanas y he visto una cosa como negra, muy obscura, que me parece bien que se maneje; pero también creo que uno puede ver el vaso medio lleno. Entonces la película también es esperanzadora, en el sentido de que la familia es algo muy importante y hay que resguardarlo y cuidarlo lo más posible.
Una de las cosas que me ha llamado mucho la atención, es que la gente que la ha visto me ha felicitado más que por la película en sí, que por mostrar un México del que nos estábamos olvidando, que tiene que ver con sus playas y con los colores de estas. Eso también tiene que ver con la mirada de un extranjero.
¿Por qué escoges a México para realizar tu segunda película?
RO.- Porque de partida México tiene una conexión cultural con Chile, extraordinaria: Tuvimos nuestra independencia en 1810. En el caso de todo el problema con la dictadura de Pinochet, fue uno de los países que mayor cantidad de chilenos acogieron. Entonces mi intención es hacer un puente entre Chile y México, de poder filmar de uno y otro lado y a través de la cultura e historia traspasarnos información. Y es el país con el que más afinidad tengo.
(Diccionario de Directores del Cine Mexicano, Mónica García Ramírez, 23/05/2008)
Su abuelo es propietario en Chile durante los años cuarenta, de siete salas de cine y de los estudios de filmación Emelco. Su padre Carlos Ortúzar es escultor y profesor de la Universidad de Bellas Artes, y en 1984 se exilia en España. Rodrigo Ortúzar estudia la primaria en el Colegio Alemán, la secundaria en el Colegio San Pedro Nolasco y la preparatoria en la Inacea. Primer recuerdo cinematográfico: Ben Hur/William Wyler 1959. Cinta que lo lleva a la reflexión: Nostalghia/Andrei Tarkovsky 1983.
Durante la dictadura militar en Chile (1973-1990), no hay escuelas de cine en el país, es así que Rodrigo Ortúzar entra a trabajar a Chile Films en 1980, donde se filman noticieros en 35mm que se transmiten en las salas de cine, experiencia que forma parte de su aprendizaje. Durante su estancia en París, aprende a hacer cine, más que en la Universidad, en la calle, donde observa la realización de distintas producciones. Allá se hace amigo del director argentino Gaspar Noé.
Cuando sucede la tragedia de los mineros chilenos atrapados en el 2010, Rodrigo Ortúzar tiene la idea de filmar la película “Los 33”, incluso se dirige a la mina con cámara en mano para grabar algunas escenas durante las tareas de rescate. Plan que se desmorona cuando en marzo de 2011 los mineros firman la exclusividad de la historia con la agencia hollywoodense de derechos literarios: William Morris-Endeavor. Finalmente, bajo el mismo título se filma la película Los 33/Patricia Riggen 2015.
Rodrigo Ortúzar y Jesús Ochoa sobre “All Inclusive”. Cine Latino
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“Dios te salve María”. Cortometraje
Comercial “El Mercurio”, dirigido por Rodrigo Ortúzar
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