SÁNCHEZ VALENZUELA, ELENA

Fundadora de la primera Filmoteca en México, periodista, actriz y documentalista. Elena Sánchez Valenzuela estudia en el Conservatorio Nacional de Música y a los diecisiete años de edad incursiona como actriz en las películas silentes: Barranca trágica/Santiago J. Sierra 1917, Santa/1918 primera y única versión muda de la novela homónima de Federico Gamboa y La llaga/1919, ambas dirigidas por Luis G. Peredo, a las que sigue El Escándalo/Alfredo B. Cuellar 1920. Al enterarse su padre de su participación en el cine, la obliga a estudiar la carrera de Letras, preparación que da pie a su faceta como periodista.

De acuerdo a Patricia Torres San Martín en su artículo publicado en “Women Film Pioneers Project”, portal de la Universidad de Columbia en Nueva York, en los años veinte Elena Sánchez Valenzuela colabora en el periódico “El Demócrata”, y en 1921 durante el mandato de Adolfo de la Huerta obtiene una beca del gobierno mexicano de formación en el arte cinematográfico en Los Angeles, California, donde se desempeña como corresponsal del mismo diario. Durante su estancia gana un concurso de “actriz de cine” organizado por un periódico de los Estados Unidos, mismo que le da la oportunidad de promover su carrera en el cine; además de apariciones públicas y conocer personalidades de Hollywood, surgen ofertas para interpretar papeles importantes en películas como “Almas que sufren/Suffering Souls”, de la que no se sabe si se produjo y exhibió, al parecer Elena Sánchez Valenzuela abandona el proyecto y regresa a México a petición del productor José Vasconcelos para actuar en En la hacienda/At the Hacienda/Ernesto Vollrath 1921, que marca el final de su carrera enfrente de la cámara.

Continua con el periodismo, y en 1922 comienza a escribir una columna en “El Universal Gráfico” titulada “La pantalla y sus artistas” que después se convierte en “El cine y sus artistas”, en 1929 es enviada a París como corresponsal, donde permanece cuatro años; en 1935 se une al equipo del recién inaugurado “El Día”.

De acuerdo con referencias de diversas publicaciones proporcionadas por su hermano David Valenzuela, en 1936 Elena Sánchez Valenzuela dirige y fotografía un documental sonoro sobre el estado de Michoacán, Michoacán, parte de un proyecto más amplio emprendido por la cineasta conocido como “Brigadas Cinematográficas”, encargo del presidente Lázaro Cárdenas, que cuenta con el apoyo del ala izquierda del Bloque Nacional Revolucionario de la Cámara de Diputados de México, en ese momento encabezada por el ensayista y poeta Luis Mora Tovar. Los artículos publicados en los periódicos elogian la película por su inmenso valor histórico y artístico:

“La primera mujer en Latinoamerica en concebir, planear y dirigir un filme, Elena Sánchez Valenzuela ha triunfado en capturar, con formidable intuición artística y sentido periodístico, cientos de bellas y evocativas escenas. Todas revelan detalles desconocidos de la vida rural en Michoacán, de personas saludables, trabajadoras, limpias, que brillan por su optimismo acompañados de la exhuberancia de su tierra natal, donde abunda la belleza natural”. Un contrato firmado por Elena Sánchez Valenzuela y Manuel Espinoza Tagle (en posesión del hermano del cineasta) indica que el metraje total de Michoacán es de 4,000 a 5,000 pies, el contrato también especifica que la película no puede distribuirse comercialmente.

El 20 de noviembre de 1942, Elena Sánchez Valenzuela firma con el entonces presidente Manuel Ávila Camacho el acuerdo para la creación de la primera Filmoteca Nacional de México, que entonces se ubica en la Secretaría de Educación. Su puesto en la Filmoteca no solo la convierte en líder en la preservación de archivos de material fílmico en México, sino que también le da responsabilidad de promover la preservación de archivos en toda América Latina. El objetivo de la Filmoteca Nacional es concentrar el material fílmico perteneciente a la nación y de “carácter histórico, geográfico y folklórico que los particulares quisieran donarle”.

De acuerdo con un reportaje realizado por el periodista de “Cinema Reporter”, Mario Zavala, la Filmoteca tenía dos funciones específicas: como biblioteca y archivo histórico, ya que debía conservar, catalogar, estudiar y reproducir los materiales fílmicos para ponerlos a disposición de los interesados. Además de la búsqueda constante de material para enriquecer su propio acervo, labor realizada por Elena Sánchez Valenzuela, a quien se le atribuye el rescate de la única copia conocida de Santa/Luis G. Peredo 1918, que logra sonorizar y editar con el apoyo de su colaborador y amigo Fernando Muñoz Castillo.

En 1948, Elena Sánchez Valenzuela viaja a Argentina y Uruguay para dictar conferencias relativas a la industria cinematográfica mexicana y sobre su labor al frente de la Filmoteca Nacional. Muere de cáncer en 1950, mientras ejercía el puesto de camarógrafa de la nueva Dirección Cinematográfica de la SEP. Como parte de la renovación de la Cineteca Nacional en 2013, y por su labor frente a la Filmoteca Nacional y contribución a la preservación del archivo fílmico del país, el Laboratorio de Restauración Digital de la institución lleva su nombre en homenaje a su trabajo en la construcción de la memoria cinematográfica nacional.

En 1927, Sánchez Valenzuela describió su experiencia en Santa para JM Sánchez García:

“Peredo necesitaba una protagonista, pero no quería buscarla en el teatro, porque la heroína de Gamboa -una novela que las mujeres en México tenían que leer a escondidas- tenía que dotar a la película de la juventud de una quinceañera y una ingenuidad natural en su expresión… Yo era estudiante de la Escuela Preparatoria en 1918 y una tarde nos saltamos las clases para ir al estudio de cine que tenía Mimí Derba en la calle Balderas. No usé vestidos de seda ni zapatos de tacón; ni siquiera utilicé carmín en mis mejillas; mi vida estudiantil estaba muy lejos de eso (np).”

(Women Film Pioneers Project, “Elena Sánchez Valenzuela”, por Patricia Torres San Martín. En Jane Gaines, Radha Vatsal y Monica Dall’Asta, eds. Nueva York, NY: Bibliotecas de la Universidad de Columbia, 2013)